La historia que les voy a contar a continuación es una historia de la vida real que ocurrió a fines del mes de Abril de 2019, en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Luego de un paseo turístico por el mirador de la Virgen de Monserrat, cerca de las cinco de la tarde, arribábamos al centro histórico de Bogotá. Mientras caminaba en compañía de mi familia y mi amigo editor, me percaté de un joven que vendía unos libros apilados sobre una bolsa de plástico que había colocado sobre el piso; esto en una esquina frente al "chorro de Quevedo".
En ese instante, la curiosidad y mi alma de lector hicieron que me acercase a ver aquellos libros. Al ver mi interés por los libros, mi amigo editor me acompañó, mientras mi familia descansaba a unos cuantos pasos del lugar.
Aquel joven era uruguayo, tenía 36 años y era escritor. Se decía llamar "El escritor vagabundo"
Chorro de Quevedo (Bogotá) |
Con todo gusto mi amigo editor o yo, le hubiésemos comprado su libro pero en ese momento ninguno de los dos contaba con la cantidad exacta; ya que el paseo y algunas compras que hicimos durante el trayecto nos había limitado a quedarnos con poco más de dinero para el taxi de regreso y algún café. Sin embargo, prometimos regresar al día siguiente pero nuestro amigo escritor, tenía que viajar rumbo a otra ciudad. En fin, era el destino que impedía que pudiésemos leer la prosa de nuestro colega.
Antes de despedirnos, intercambiamos algunas palabras más y tanto mi amigo editor como el que escribe, nos quedamos muy sorprendidos por que nuestro colega nos contó. Hasta el instante en que termino de escribir estas líneas, recuerdo aquella experiencia con mucha tristeza. Un editor de una importante editorial colombiana, le había solicitado un libro al escritor, mientras éste vendía sus libros en las calles. Como era de esperarse el escritor no le cedió un ejemplar por las razones, ya comentadas. El editor le dio su tarjeta y le dijo que se encontraba muy interesado en poder leer su libro pero que en ese momento estaba muy apresurado y que no disponía de dinero físico para comprar su libro, pero que váyase a su oficina aquel mismo día por la tarde en la hora que le indicaba.
Aquel suceso ya había ocurrido hace dos días atrás y cuando terminó de contar esa experiencia, nos dijo que había perdido la tarjeta y que por eso no pudo ir y porque también necesitaba vender sus libros para comer ese día y tener donde dormir.
Fue inevitable sentir mucha tristeza por un colega, que a decir de mi amigo editor, había perdido la oportunidad de su vida, ya que, aquel editor era uno de lo más importantes editores del país y que además de eso, era un tipo muy ocupado, por lo que algunos escritores buscaban la forma en que sus libros llegasen hacia él.
Manuel Raya
Escritor / Librero / Promotor Cultural
Manuel Raya es Economista por la Universidad Nacional del Callao (2010) y Abogado por la Universidad Nacional Federico Villarreal (2018). Tiene cuatro libros publicados en Perú: Mundo In-Mundo (Editorial Apogeo), El tiempo y la destrucción (Editorial Apogeo), El origen del miedo (Editorial Apogeo) y Piratas y dragones. Batalla en el atlántico (Francisco León editores).Su libro de cuentos: Los miedos del mundo, fue publicado en el 2019 en Colombia (Higuera Editores) y en el 2020 en España (Terra Ignota Ediciones).En el 2016 quedó en 2° lugar en el concurso “Mi Slogan contra la violencia de género” del Ministerio del Interior (Perú). Ha quedado finalista en diversos certámenes literarios en la categoría de cuento en España y ha postulado a la Academia Diplomática del Perú.
Ha realizado diversos talleres literarios y ha participado en diversas ferias de libros.
En el 2020, sus cuentos fueron seleccionados para la editorial Yo Publico de México y para la Editorial Sirena de Chile.
Martes 14 de Septiembre del 2021 (5:33 pm)
Villa el Salvador, Lima, Perú.
Buen texto estimado Manuel, un abrazo y saludos desde Colombia
ResponderBorrarMuchas gracias estimado Nixón. En Colombia 🇨🇴 conocí a grandes escritores, entre ellos a ti. Espero volver pronto. Un abrazo desde Perú 🇵🇪📚
BorrarGracias por compartir, esta excelente
ResponderBorrarMuchas gracias por leerlo. Saludos desde Perú.
BorrarMuy bueno a mi me encanto buen trabajo
ResponderBorrarQué bueno que te haya gustado está historia, que por cierto es de la vida real. Seguiré subiendo entre una o dos historias a la semana. Muchas gracias por seguir este blog. ✍️
BorrarExcelente historia y a la vez triste.
ResponderBorrarSí, cada vez que recuerdo aquella historia a mi también me da mucha pena por aquel escritor con mucho talento. Te invito a poder seguir el blog para seguir y leer las próximas historias que escribiré. 🙂
BorrarExcelente nota
ResponderBorrarMuchas gracias, Vilma. Saludos a la distancia.
BorrarBuen artículo, Manuel. Muy interesante. Una pena que perdió su oportunidad, pero ya habrán otras. Siempre hay segundas oportunidades.
ResponderBorrarManuel, tu forma de escribir ofende a verdaderos escritores
ResponderBorrar¿Tan malo fuiste como abogado y economista que sientes que te va mejor teniendo a medio comer a tu hijo y esposa siendo vendedor informal de tus pasquines de poca calidad literaria?
Vine directo de tu página de facebook a leer este relato. A decir verdad, observo que la página de fb es por decirlo de algún modo, un espacio donde realizas cierto marketing a tus libros, pero sin referentes de la habilidad de tu pluma.
ResponderBorrarAl ver que tenías un relato, me invadió la duda por conocer tu estilo. Pero me he quedado con un palmo de narices.
Graves problemas de sintaxis (sin contar algunos golpes bajos a la gramática), tr atropellas permanentemente y sueles arrojar infinidad de palabras y no plasmar un mensaje claro o ninguno que en su interpretación ocupe más de cinco palabras para explicar la idea central.
Me retiro decepcionado y triste por observar cómo la actualidad se ve empeñada por una generación de alguna suerte de escribanos sin formación literaria que se autopublican pensándose con ello ganar por gratuidad el título de escritor, y peor aún... El status.
Señor Manuel, urge se prepare a conciencia en materia literaria. Aparentemente con lo que el en su relato usted busca aprobación ensimismado en su propio ego.
Debería repensar su actuar
Jajajajajaaj Manuel, ¿qué demonios ocurre en tu primitivo cerebro?
ResponderBorrarLas fotos de tu vergonzosa participación en la Feria del Libro Ate Bicentenario son dignas de burlarse de tu burdo intento por similar ser un personaje del mundo de las letras.
Es patético lo que muestras, solo evidencia tu fracaso como escritor.
Junta más gente un perro atropellado que tú y tus pasquines a los que llamas novelas.
Pequeño e insignificante paria.
ResponderBorrarProstituta de las imprentas, que se autonombra escritor.
Qué falto de talentos y cualdiad que por imprimir a tu costa, sientes que te has encumbrado como escritor.
Por gente como tú, Perú sigue siendo un pobre e insignificante semillero de mediocres tercermundistas.